Sucesión y riesgo: las tendencias modernas y la innovación conducen al éxito

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Nombre del proveedor / Empresa familiar 

Broussaud Textiles

Nombre del proveedor / Empresa familiar 

Broussaud Textiles

Necesidad/problema/desafío abordado 

Sucesión, adaptación de la empresa familiar a las nuevas tecnologías y tolerancia al riesgo

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Bélgica

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Broussaud Textiles es un histórico fabricante francés de calcetines y leotardos. La empresa familiar comenzó en 1938. Según un artículo de France 3 Nouvelle Aquitaine, Henry Broussaud pensó que los calcetines serían un producto y un mercado importantes en el futuro. Empezó comprando máquinas Bentley e instalándolas en la región del Lemosín con una plantilla de 200 empleados.

En los ochenta, el hijo se hizo cargo de la empresa. Esta sucesión tuvo algunos aspectos cuestionables, como que el hijo prefirió una carrera médica a incorporarse a la empresa familiar. Además, el rápido cambio hacia la gran distribución puso a la empresa en ciertas dificultades. Según un artículo de Les Echos, en esto también influyó mucho la globalización, la deslocalización de la industria textil y a la importación.

En 2006, se produjo otra sucesión y otro cambio. En ese momento, la empresa familiar estaba en liquidación judicial con 70 empleados y sólo se salvó meses después gracias a una donación filantrópica, que permitió a la empresa volver a contratar a 40 empleados. Fue entonces cuando Aymeric Broussaud, nieto del fundador, decidió hacerse cargo de la empresa. Su padre le había desanimado, Pero Aymeric y su mujer decidieron asumir el reto, centrándose en la importación y la negociación. Aymeric asegura que no vió venir el regreso de "Hecho en Francia" Había pasado página. Decidió conservar el material de fabricación en lugar de venderlo porque había perdido mucho valor.

Entonces, el Hecho en Francia empezó a resurgir. A través de asociaciones con Patrice Cassard, fabricante de las camisetas La Fraise y los calcetines Archiduchesse, así como con Slip Français (Ropa interior francesa), que confecciona prendas de moda, deportivas o incluso de lujo, Broussaud empezó a desarrollarse de nuevo. Estas asociaciones, junto con el desarrollo del comercio electrónico y la ola del Hecho en Francia, le permitieron contar con 150 pequeños pero fieles clientes, el 95% de ellos franceses. Incluso innovaron en la fabricación automatizando su fábrica, gracias a una nueva inversión de la marca Textis. Hoy, la empresa familiar vuelve a tener 68 empleados, casi las cifras que tenía antes de la liquidación. A través de este caso podemos ver que Aymeric Broussaud abordó ciertos retos comunes a las empresas familiares:

Adaptar las empresas familiares a las nuevas tecnologías.

Dado que las empresas familiares apuestan con su propio capital, su tolerancia al riesgo suele ser menor que la de otros tipos de empresas. La decisión de seguir adelante incluso después de las dificultades afrontadas antes y durante la liquidación fue un riesgo, incluso según los miembros de la familia, pero mereció la pena.

Un momento muy delicado en la vida de las empresas es la sucesión. En este caso, vemos la sucesión complicada por la liquidación judicial. Aún así, Aymeric Broussaud retomó el negocio de su abuelo, manteniendo Broussaud Textiles en la familia